Hace un tiempo os presenté un artículo sobre la empresa Saal Digital y sus impresiones de fotografías en diferentes materiales a través de su programa online.
En esta ocasión he vuelto a probar sus productos y aquí tenéis los resultados.
De los diferentes materiales disponibles, me decidí por el aluminio dibond butlerfinish, que es el que recomiendan para imágenes en blanco y negro. Después de hacer la prueba y compararlo con el aluminio dibond, personalmente prefiero éste último ya que el butlerfinish genera, para mi gusto, demasiados brillos en las partes más blancas, mientras que el aluminio dibond presenta un tono más mate.
Por comentar otros aspectos técnicos, señalar que ofrecen diferentes opciones de colgadores. Elegí el bastidor de aluminio y no puedo estar más contento con él ya que te ahorra muchos quebraderos de cabeza a la hora de fijarlo a la pared.
Por lo que respecta a los plazos de envío, son correctos. Desde la entrega del archivo hasta la recepción de la fotografía impresa han pasado un total de 7 días hábiles (sin contar sábados, domingos ni festivos). Viene muy bien envuelto y protegido con varias capas de un cartón muy duro. Ignoro si ha sufrido mucho -o no- en el trayecto, pero tanto el paquete como la fotografía han llegado en perfecto estado.
En resumen muy buena calidad de impresión y una opción para presentar los trabajos muy a tener en cuenta cuando preparas algún tipo de exposición de cierta relevancia, se dispone de un cierto presupuesto y/o se quiere dar una imagen profesional.
Pues eso, que volvemos a la carga después de un periodo de inactividad -no total pero sí a nivel de redes sociales y de mostrar nuevos trabajos-. Ha sido un tiempo dedicado a tareas de I+D que espero haya merecido la pena.
Y que mejor forma de hacerlo que reuniendo a mi «dream team» de la fotografía. Como modelos Alicia y Alba, las personas con las que más sesiones de fotos he hecho. Y como estilista, la más grande de Zaragoza (y del mundo mundial): Silvi Sanctuary.
Va a ser una cosa sencilla, pero no deja de ser un arranque. Para los próximos meses ya tengo diversos proyectos en marcha de los que pronto podré hablar, y, lo que es mejor, enseñar imágenes que es de lo que se trata.
Al margen de discusiones y polémicas sobre la idoneidad o no de importar fiestas americanas, lo cierto es que la celebración de Halloween es una muy buena oportunidad para hacer fotografías a las que no estamos acostumbrados el resto del año, muchas veces por falta del tiempo que requiere su preparación.
Es sin duda un gran momento para preparar disfraces y complementos llamativos (no es necesario gastar una gran cantidad de dinero sino poner en marcha la imaginación para reciclar y customizar prendas que ya no uses), así como ensayar maquillajes sorprendentes, que, además podrás aprovechar en otros momentos -de hecho estamos preparando una sesión de fotos con un vestuario preparado para una fiesta de Halloween-.
Así que aquí queda mi invitación: prepara tu disfraz de Halloween, disfruta y aporta algo de color a las aburridas calles de nuestras ciudades.
Hace poco accedí a una promoción de la empresa Saal Digital para imprimir una fotografía a través de su programa online a cambio de hacer una reseña del proceso y resultado. Podriamos decir que se trata de un post patrocinado por esta empresa. No obstante la opinión que os voy a dar va a ser totalmente objetiva y personal.
Para hacer la prueba elegí la foto que tenéis aquí arriba. Se trata del castillo de Peñíscola, una imagen en blanco y negro, si bien no es realmente un blanco y negro ya que tiene un ligero virado a tonos sepia, eso sí muy suave.
Para el envío de la imagen utilicé directamente el programa que te puedes descargar desde su página. Ofrecen además la posibilidad de descargar un perfil ICC para configurar el monitor según el producto que vayamos a encargar y de ese modo conseguir una reproducción del color más fiel.
De los diferentes materiales disponibles, me decidí por el aluminio dibond (podéis ver las características del producto aquí). Señalar que para imágenes en blanco y negro recomiendan el producto aluminio dibond butlerfinish, aunque no elegí éste ya que entre sus características está la de presentar reflejos en las partes claras de la imagen y personalmente prefiero un tono general mate sin ningún tipo de reflejo.
Fotografía de la imagen recibida, apoyada sobre un mueble y realizada a 400 ISO
Se trata de una impresión de 6 tintas directa sobre un compuesto de alumino de 3mm de grosor. El material es sólido y resistente a la vez que ligero. El tacto también es muy agradable. Las dimensiones disponibles son amplias, y van desde 10 x 15 hasta los 110 x 240 cms.
El resultado ha sido muy satisfactorio. La impresión general es muy buena. La transición entre luces y sombras -en la foto hay varios motivos de este tipo- está bastante lograda. Igualmente es de destacar que respeta bastante bien la información contenida en las zonas más oscuras sin llegar a empastar los negros. Algo similar ocurre con los blancos. No se aprecia ningún tipo de pixelado y el tono mate es muy agradable.
Contraste e información de la fotografía en zonas contrastadas. 400 ISO.Contraste e información de la fotografía en zonas contrastadas. 400 ISO.
Ofrecen varias opciones para colgar el cuadro. En función de la que selecciones se puede abaratar o encarecer el trabajo. El bastidor de aluminio es, a mi parecer, la que dota de un aspecto más profesional, ya que la fotografía queda aproximadamente a un centímetro de la pared y una vez colgada le da un aspecto bastante elegante.
En cuanto al precio, en mi caso una impresión de 60 x 40 cms. con bastidor de aluminío y gastos de envío ha salido por unos 65 euros.
Por lo que respecta a los plazos de envío, son correctos. Desde la entrega del archivo hasta la recepción de la fotografía impresa han pasado un total de 7 días hábiles (sin contar sábados, domingos ni festivos). El transporte se realiza a través de una empresa alemana y de Correos en España. Viene muy bien envuelto y protegido. Ignoro si ha sufrido mucho -o no- en el trayecto, pero tanto el paquete como la fotografía han llegado en perfecto estado.
En resumen muy buena calidad de impresión y una opción para presentar los trabajos muy a tener en cuenta cuando preparas algún tipo de exposición de cierta relevancia, se dispone de un cierto presupuesto y/o se quiere dar una imagen profesional.
¿Tienes una mente inquieta en la que bullen las ideas? ¿Te aburren las fotos que sueles ver y te gustaría hacer algo distinto? ¿Algo del estilo de las fotos que ilustran este texto? ¿O algo que no tenga nada que ver con estas fotos y que nadie haya visto nunca antes?
Busco gente a la que le gusten los interrogantes, sea imaginativa, inconformista, activa, tenga muchas y -a ser posible buenas- ideas y esté interesada en crear proyectos fotográficos creativos.
Prometo estudiar cada propuesta y, si es viable, intentar llevarla a cabo.
Organizar una exposición es quizá una de las actividades más duras en el trabajo de cualquier artista, sobre todo cuando no cuenta con un equipo que le preste apoyo. Para conseguir hacer algo decente hay que tener presente el gran esfuerzo que conlleva, tanto de tiempo como de dinero, que nos obliga a realizar un estudio previo de su viabilidad -valorar si el trabajo que hemos hecho tiene una calidad mínima para ser mostrado y si va a tener una repercusión cuanto menos aceptable-, así como a una concienzuda planificación de la misma.
Son muchos los elementos que intervienen en el proceso; entre ellos los que enumero a continuación, sin entrar en detalle sobre cada uno de ellos:
El primero y más obvio es tener una serie de trabajos dignos que merezcan la pena ser mostrados al público -sobre esto también habría mucho que hablar-. Se deben realizar unos revelados adecuados de las fotografías -hablaré de fotografía porque es mi terreno- y un enmarcado de las mismas acorde al lugar donde vayan a ser expuestas. Igualmente implementar un sistema de almacenaje y transporte que evite daños en nuestros trabajos.
Contar con un lugar adecuado en el que las obras puedan ser exhibidas en buenas condiciones, tanto espaciales como lumínicas. Está claro que una galería de arte o similar es uno de los mejores ambientes posibles, sobre todo si contamos con la complicidad del galerista que atraerá a un público interesado en el mundo del arte. No obstante también hay otros espacios en los que, si bien no es su actividad principal, también se realizan exposiciones de forma habitual (cafés, tiendas de moda o diseño, centros públicos, etc.). Algunos de ellos están bien montados y cuentan con un público fiel. Es cuestión de cada uno evaluar cuál es el mejor espacio para su obra, así como saber decir que no cuando el lugar no es el adecuado. Y otro detalle importante, hay que tener la posibilidad de poder acceder a estos lugares (en algunos se realiza una selección previa o te pueden exigir un cierto curriculum para ser considerado)
Una promoción adecuada es esencial -quizá lo principal-, ya que sin ella nada de lo anterior habra merecido la pena. Ahí están las redes sociales -que no dejan de ser un tótum revolútum en los que casi nadie encuentra nada y rara vez llegamos a nuestro target de potenciales visitantes-, pero ya que las tenemos y son gratis (o casí), usémoslas. El uso de etiquetas (tags) concretas y concisas nos puede echar una mano (pequeña). Más interesante puede resultar el ir haciendo una lista o agenda de teléfonos y correos electrónicos de personas interesadas en nuestra obra, que van a ser más receptivos a nuestros mensajes y seguramente nos harán una visita. Elaborar y mantener un listado de este tipo es algo obligatorio para cualquier artista mínimamente serio. Por último si el local donde exponemos cuenta con su propia cartera de usuarios nos ayudará enormente a convocar a un público especializado y cuanto menos mínimamente interesado por nuestro trabajo y/o por el mundo del arte en general.
Exposición «Radiografías» de Angel_m, en la galería «La libreta de los dibujos». Zaragoza, 2010
Pero en este artículo me quería centrar en un aspecto que casi nunca se tiene en cuenta y personalmente creo que es un elemento que puede otorgar un carácter especial y diferenciador a nuestra exposición: la música o banda sonora que va a acompañar a nuestras imágenes.
Al mismo tiempo que organizamos de una forma argumental la secuencia de fotografías a mostrar, me gusta que éstas tengan su propia banda sonora. Seleccionar una serie de canciones que cobijen acústicamente a nuestras fotografías, que ayuden o den más pistas al espectador a la hora de interpretarlas y que funcionen al igual que funciona la música en una película.
Muchos artistas dan la importancia que se merece a este aspecto. Incluso hay empresas especializadas en crear bandas sonoras para exposiciones. A modo de ejemplo me gustaría destacar el trabajo que hizo parte de la banda New Order para la exposición que el diseñador británico Peter Saville realizó en el Design Museum de Londres en el año 2003. En este caso no se trata de una mera recopilación de temas, sino de una banda sonora ambiental creada específicamente para esta exposición.
A nivel nacional podemos nombrar al grupo Fangoria que, junto a Actibeat, crearon un disco instrumental «Sonidos para una exposición» a modo de banda sonora de una exposición del artista Pablo Sycet.
Por mi parte intento siempre buscar una serie de temas que tengan que ver con el tema de la exposición. Para ello, me suelo basar en mi larga trayectoria escuchando música, y no me importa dedicar unas cuantas horas a este proceso. Creedme que el resultado va a merecer la pena. Suelo elegir música de todo tipo para dar variedad, aunque, en general, me gusta que el ritmo sea bastante tranquilo y no haya demasiadas estridencias.
A continuación os presento un par de exposiciones que he hecho junto a la «banda sonora» que seleccioné para cada una de ellas.
Que ustedes las disfruten.
Radiografías
Esta exposición reune una serie de fotografías en las que el cuerpo humano interactua con radiografías de diversas partes del mismo. El color negro es el protagonista y el que sirve de marco para el discurso que se desarrolla a lo largo de las diferentes imágenes, en las que se realiza un juego de extremos en busca de un equilibrio que nunca llega a ser perfecto: interior/exterior, positivo/negativo, luz/oscuridad, son algunas de las parejas que compiten en esta dualidad en la que nunca gana nadie.
A modo de lema o presentación de la misma, usamos la siguiente frase de Charles Bukowski adaptada por nosotros:
«la carne cubre el hueso y dentro le ponen un cerebro y a veces un alma» (charles bukowski)
ésta, es una de esas veces
La banda sonora elegida es, en general, bastante ambiental, sin grandes disonancias, pensada para crear un fondo sonoro que arrope al espectador. Comenzamos con el «Radioactivity» de Kraftwerk, un clásico de la electrónica de los años 70, y después se suceden diversos temas en los que combino sonidos oscuros (Joy División, Cocteau Twins o The cure con su maravilloso «The drowning man» perteneciente a su fascinante albúm «Faith» de 1981) con otros más ambientales (Air, Paco Fernández, Blue Nile) y contemporáneos (Massive Attack, Miss Kittin, Hess is more)
NOTA: Es posible que la aplicación Spotify te requiera estar registrado para poder escuchar las canciones.
Ohm
Georg Simon Ohm fue un físico alemán que formuló la ley que lleva su nombre y que conforma una de las bases de la electricidad. Partiendo de su figura, un tanto a modo de excusa y otro tanto como homenaje, esta exposición gira en torno a diferentes perspectivas de una maquina extractora de mineral que se encuentra actualmente en el Museo Minero de Escucha (Teruel).
Consta de una docena de imágenes que indagan y penetran en el ser de la maquinaria y de la propia electricidad de le dio vida.
Trabajada toda ella en blanco y negro, la exposición conforma una búsqueda y una reinterpretación de una máquina en desuso como fuente para la reflexión de cómo un objeto aparentemente inútil puede reconvertirse en una fuente de inspiración y belleza.
La idea inicial era elegir canciones cuy título incluyera las palabras ohmio (inmediatamente me vino el grupo Kraftwerk a la cabeza) o electricidad. Sin mucho esfuerzo logré reunir 68 temas, aunque muchos de ellos no me convencian en absoluto. Así que finalmente opté por algo más variado pero buscando temas que, de un modo u otro, me sugirieran el concepto electricidad, aunque no figurara en el título de la canción.
De nuevo comenzamos con Kraftwerk y su «Ohm sweet ohm»-qué haría yo sin ellos- y desarrollamos un discurso sonoro en el que la electrónica más pura, con un cierto toque vintage (Orchestral Manoeuvres in the Dark, Luke Slater, Visage) se mezcla con sonidos más clásicos (en mi concepto de clásicos caben bandas y artistas como The Cure, Leonard Cohen, Roxy Music, Pink Floyd…) junto a cosas más ambientales (Dead Can Dance, Blue Nile, Odesza)
NOTA: Es posible que la aplicación Spotify te requiera estar registrado para poder escuchar las canciones.
Hace ya un tiempo que no actualizo la página ni comento nada nuevo. Intento ir subiendo fotos o partes de las sesiones de fotos que voy realizando a través de twitter o instagram para que vayais viendo las cosas que voy haciendo. No es que esté parado, aunque tampoco me gusta hacer demasiadas cosas (mejor poco y hacerlo bien). Además, por diversas circunstancias, tengo varias sesiones de fotos que tienen que esperar a ser publicadas en otros medios antes de poder mostrarlas por aquí. Tiempo. Todo llegará.
Hasta entonces os dejo aquí unas cuantas fotos de mis últimos trabajos realizados. Espero que os gusten y, como siempre, se aceptan todo tipo de comentarios.
Un saludo!!!!!
créditos:
fotos 1/2
modelo: Alba Ivars
maquillaje y peluquería: Ana López
localización: 19ContaminaFotos 3/5
modelo: Alba Ivars
maquillaje y peluquería: Raquel Lafarga
Como algunos ya habréis sufrido en vuestras carnes la realización de una exposición, por pequeña que sea, exige un esfuerzo -más o menos- grande para poder presentarla con un mínimo de calidad y coherencia.
Siempre tiene que haber una excepción. Aquí la tenéis. Una exposición de angel_m sin ningún tipo de argumento ni hilo conector ni nada de nada. Y es que de vez en cuando viene bien hacer este tipo de actuaciones más relajadas. Sólo una premisa estética: dar color a las paredes de El Pequeño Cascanueces, un curioso y recomendable local de Zaragoza.
Si aún así os apetece hacer una visita podéis hacerlo a lo largo de estos días de verano. La exposición no tiene título, ni cartel, ni fechas de inicio o final. A los valientes, allí os espero.
¡Feliz verano!
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Sin título
(verano de 2015) EL PEQUEÑO CASCANUECES
Policarpo Romea, 8. Zaragoza
Horario: Martes a Sábados (de 11 a 16 y de 19 a 23 h.). Domingos (de 10 a 16 h.)