manifiesto

Según la RAE, un manifiesto es un «Escrito en que se hace pública declaración de doctrinas o propósitos de interés general». En el campo de las artes, en concreto del diseño gráfico, resulta reseñable el controvertido pero sorprendente «Karimanifesto«, redactado por el genial diseñador Karim Rashid, que ha sido objeto tanto de halagos como de críticas, pero que en cualquier caso no deja de ser un reseñable intento por resumir en 50 puntos su percepción del diseño gráfico, visto como arte y también como oficio.

Por mi parte no tengo grandes pretensiones, pero si me parece divertido intentar condensar en unos cuantos puntos mi visión del mundo de la fotografía, pero no aislado en sí mismo, sino contemplado desde una óptica global.

ANGELEMEMANIFIESTO

  1. No se puede ser un buen fotógrafo sin ser previamente una buena persona.
  2. Ama la fotografía; no finjas que te gusta por el simple hecho de que se haya puesto de moda.
  3. La fotografía no es algo con lo que se mercadea.
  4. Busca tu propio camino y no sigas los caminos que están creados o acabarás perdido.
  5. No creas en los halagos ni en las adulaciones hipócritas. (Por desgracia nos vamos a encontrar a muchas personas que sólo se van a relacionar con nosotros por su propio interés, así que mantén los ojos bien abiertos y evita a estos individuos)
  6. Menos en más. (Ludwig Mies van der Rohe)
  7. En los pequeños detalles reside la diferencia entre una fotografía, una buena fotografía y una gran fotografía.
  8. En la fotografía no hay límites, salvo los de la propia incompetencia.
  9. No creas que ya está todo inventado (aunque lo esté al 99%, piensa en ese 1% que todavía queda por descubrir).
  10. No te estanques.
  11. No creas que lo sabes todo (nunca lo vas a saber, ya que es materialmente imposible)
  12. No tengas miedo al fracaso ni hagas caso a los fracasados. Si en algún momento tienes ganas de mandarlo todo a la mierda, recuerda las palabras de Samuel Beckett: «Try again. Fail again. Fail better» (Inténtalo otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor). No hay nada más bonito que fracasar con estilo y glamour, y eso pocos pueden hacerlo. Intenta ser uno de ellos.
  13. Si la fotografía no te hace feliz, seguramente te has equivocado de oficio/afición. Reoriéntate y busca la felicidad.
  14. Disfruta con el sonido del obturador de la cámara. Pocos sonidos llegarán a ser tan preciosos como éste.
  15. Nunca digas “yo podría haber hecho eso” porque no lo has hecho. (Karim Rashid)
  16. Dios sólo hay uno, es decir que ni tú ni yo somos Dios. Sé en todo momento consciente de ello.
  17. El galerista es Dios, por lo menos en la estructura actual del mercado del arte.
  18. Valora a todos los miembros del equipo de trabajo: tan importante es el fotógrafo, como la modelo, la maquilladora o la persona que limpia la sala en la que expones.
  19. Los concursos son para los perdedores (o para los amigos de los miembros del jurado).
  20. Predica con el ejemplo y no con la palabra.
  21. Recuerda que eres un fotógrafo y no un comercial. Si tus fotografías son buenas se venderán por sí mismas y no por tus esfuerzos en anunciar lo buenas que son.
  22. Recuerda también que el marketing es necesario, pero primero hay que tener un producto que promocionar. No vendas humo, la gente no es tonta.
  23. Todo esfuerzo tiene su recompensa.
  24. Las reglas están hechas para romperse.
  25. Intenta ser feliz.

Estos puntos condensarían, a grandes rasgos, mi visión sobre este mundillo tan interesante como complejo, en el que es tan fácil hacer buenos amigos como conocer a gente indeseable e interesada.

Ahora me gustaría desarrollar algunas de las ideas recogidas en estos puntos anteriores, aunque no pretendo dar lecciones ni clases magistrales. Me considero un simple aprendiz en este mundo tan fascinante y complejo. Sin embargo si que me gustaría exponer mis impresiones sobre el mundo de la fotografía, sobre todo ante el panorama tan vacío de nuevas propuestas que encuentro en la actualidad.

Para mi:

  • la fotografía no es un negocio; es un arte, una forma de vivir y no un objeto con el que mercadear
  • la fotografía colma mis ganas infinitas de aprender y abarcar nuevos conocimientos
  • la fotografía me permite desarrollar el afán de experimentar, de no tener miedo a lo desconocido y la convicción de que de ese modo hallaré nuevos caminos que otros ni siquiera se habrán parado a reflexionar que puedan existir
  • en la fotografía existen unos «mantras» que aplico a la hora de abordar cada trabajo fotográfico

La fotografía es un arte en sí misma, un medio maravilloso de expresar sentimientos. Es una forma de ser. No es algo con lo que comerciar. Con esto no quiero criticar a los miles de profesionales que viven honradamente de este trabajo, a muchos de los cuales admiro. Simplemente detesto a aquella otra gente que parece hacer fotos para demostrar lo «guay» y geniales que son. Esos que no creen en nada ni en nadie, que carecen de principios, salvo el propio y exclusivo interés, y que sufren de una enfermiza autocomplacencia. Ésta es la lacra que hay que combatir y que denigra este maravilloso campo.

La fotografía es un mundo espectacular, con amplias posibilidades para estudiar y aprender una cosa nueva cada día. Permite experimentar, buscar nuevos métodos para intentar obtener un resultado similar o para ir abriendo nuevos caminos.

La fotografía requiere su tiempo si se quieren obtener unos buenos resultados. Ludwig Mies van der Rohe, uno de los arquitectos más representativos del siglo XX, nos dejó, al margen de sus obras, dos axiomas que no sólo pueden aplicarse a este campo sino que abarcan cualquier tipo de arte. El primero de ellos es «Less is more« (Menos es más) y el segundo «God is in the details« (Dios está en los detalles).

Éstas son 2 frases que tengo en mente a la hora de abordar cualquier trabajo, independientemente de lo que se trate. «Menos es más»: no por hacer más cosas voy a ser mejor si para ello no puedo dedicarles el tiempo suficiente y necesario para obtener algo bueno (dentro de mis humildes posibilidades). La segunda frase, «Dios está en los detalles», viene a incidir en lo mismo: hay que dedicar a cada fotografía el tiempo que requiera para que hasta los mínimos detalles reciban el cuidado que merecen.

Tampoco voy a ser más feliz si hago siempre lo mismo, si repito procesos y me copio una y otra vez, día tras día. Tengo clarisimo que prefiero hacer pocas sesiones de fotos al cabo del año y dedicarles todo el tiempo del mundo, que hacer muchas pero repetitivas. Al fin y al cabo detrás de cada sesión hay personas. Además del fotógrafo, intervienen modelos, maquilladoras, estilistas… A todas ellas debo un respeto, y ese respeto se demuestra –«facta non verba», como decían los clásicos- tratando cada fotografía con todo el cariño y mimo que me es posible, sin importar el tiempo y con el único objetivo que todo el equipo de la sesión quede contento y satisfecho con el resultado obtenido. Además sé que no sería feliz haciendo muchas sesiones y repitiendo estereotipos, por lo que éste es mi camino a seguir.

Junto a ello también tengo un espíritu un tanto «renacentista» (lo siento si suena demasiado pretencioso, no es esa mi intención), en el sentido de que me gusta investigar, experimentar, hacer aquello que otros han dicho que no se debe o no se puede hacer, por el mero placer de ver qué pasa. Y debo reconocer que siguiendo este camino empírico he sufrido bastantes chascos, que se ven de sobras recompensadas por los descubrimientos a los que llego de vez en cuando.

También tengo muy claro lo que quiero y lo que no. No busco la fama ni los halagos fáciles. No creo en las felicitaciones ni en las adulaciones hipócritas y hechas sólo por quedar bien. Simplemente espero el respeto de quien contempla mis fotografías, y que se reconozca mi trabajo en el caso de que lo merezca.

Ésta es, a grandes rasgos, mi visión del mundo de la fotografía. Espero que por lo menos compartas alguno de estos puntos ;-), y también conocer tu opinión.

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