Al margen de discusiones y polémicas sobre la idoneidad o no de importar fiestas americanas, lo cierto es que la celebración de Halloween es una muy buena oportunidad para hacer fotografías a las que no estamos acostumbrados el resto del año, muchas veces por falta del tiempo que requiere su preparación.
Es sin duda un gran momento para preparar disfraces y complementos llamativos (no es necesario gastar una gran cantidad de dinero sino poner en marcha la imaginación para reciclar y customizar prendas que ya no uses), así como ensayar maquillajes sorprendentes, que, además podrás aprovechar en otros momentos -de hecho estamos preparando una sesión de fotos con un vestuario preparado para una fiesta de Halloween-.
Así que aquí queda mi invitación: prepara tu disfraz de Halloween, disfruta y aporta algo de color a las aburridas calles de nuestras ciudades.
Truco o trato 😉