Estas fotos pertenecen a una de las últimas sesiones de fotos que he hecho. Fue realizada el pasado mes de febrero, en una nave abandonada a las afueras de Zaragoza. Se trató de una sesión bastante peculiar y divertida en la que nos juntamos un grupo de fotógrafos y modelos, e íbamos improvisando sobre la marcha. La jornada fue bastante fructífera y tuvimos la ocasión de practicar iluminación basada en el uso de flashes.
Espero que os gusten estos primeros resultados.